Desde pequeñas
historias vamos forjando nuestra historia. Con mucha humildad y mucha más
amistad.
El domingo pasado, en
Cistierna, escribíamos otra página, estrenábamos nueva equipación. Y mientras
subía y bajaba sus cuestas me venían a la memoria otros momentos del Nunca
correrás solo.
Recordaba aquel 25de enero de 2009, en que corrimos la media de Getafe y no pudimos estrenar
nuestra primera equipación porque no llegó a tiempo. Dos pancartas fueron en aquella ocasión nuestras señas de identidad. Los que por entonces formábamos
nuestra familia fijamos otra día para el evento. Una fecha que sería importante
para nosotros y para la sección leonesa del Nunca correrás solo.
El día elegido fue
el 22 de marzo de 2009. La ciudad León. Y la carrera la I media maratón de
León. Sin querer el estreno lo habíamos hecho en un gran día. Por primera vez fuimos
la marea naranja. Un color que desde entonces decidimos fuese nuestra seña de
identidad.
Pasó el tiempo y
tuvimos la necesidad de renovar el vestuario. Nos pusimos manos a la obra y
como resultado llegó la segunda equipación: La negra. No era eso lo que queríamos
pero no pudo ser de otro modo. Salvado el escollo de color había que buscar el
día de la presentación y la ocasión otra vez nos vino por sí sola. Y el día 15de abril de 2011, vísperas de la maratón de Madrid, fue presentada en sociedad.
El estreno a lo grande dos días después, el 17 de abril en la XXXIV Maratón deMadrid. Un día vivido con mucha intensidad.
Desde entonces la
familia del Nunca correrás solo ha ido creciendo, lo que nos hacia dar otro
paso hacia adelante y buscar nueva equipación. Y llegó el día de estrenar y
presentar. El azar en esta ocasión quiso
que eso ocurriese el domingo en Cistierna, donde otra vez volvimos a ser la
marea naranja.
Seguiremos escribiendo pequeñas historias.
1 comentarios:
Es cierto que llevamos ya una larga historia y que el "naranja" nos ha acompañado desde los orígenes, y lo que le queda...
Es genial verse con la distancia en esas imágenes, es muy emocionante.
Seguimos en la brecha, ¡vamosssss!
Un saludo.
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