Un poco de todo y sensaciones inesperadas

Madrugón. Menos mal que ya tengo el dorsal, eso me dará algo más de tiempo. La cosa empieza pronto, así que me toca movilizarme. No estoy acostumbrada a estar sola con lo cual me toca tirar de los bártulos a mi: llaves, móvil, algo de calderilla, ropa limpia... Cuando salgo a la plaza todavía no hay mucho ajetreo así que aprovecho para tomarme el café al que acostumbro (aquí ya empiezo a acordarme de los míos y me doy cuenta de que esto no va a ser tan fácil).

Me pongo a la cola del guardarropa, una cola inmensa evidentemente cuando hay más de 4000 corredores, cosa en la que yo, pues no pensé. Son menos 10, salgo a las 9:05  y aún no he dado ni dos carreras para calentar (a las 9 salen los dorsales preferentes que se consiguen en función de tu posición en carreras anteriores, así permites correr al que corre. 100% de organización). Dejó la ropa, hago como que correteo un poco, miro a mi alrededor y por ver, veo hasta falleras, pero sobretodo un gran ambiente de corredor popular. Me dirijo a la zona de salida cuando oigo que me llaman, "ai dios alguien que me conoce", Cesar, un chico del equipo con el que corro aquí me pregunta el ritmo al que voy a ir, aconsejándome que me ponga al principio pues sino será imposible hacer carrera. Siguiendo instrucciones me cuelo hasta llegar a tercera fila de la salida "popular". Disparo de salida y salgo controlando. Vengo acostumbrada a entrenar por ritmos, pero aquí me llevan por pulsaciones, así que trato de que no se me disparen. Sin darme cuenta llegó al kilómetro dos, adelantó y me adelantan continuamente, miro el reloj y si, ya voy disparada. La carrera es muy bonita, pasa por el centro de Valencia, callecitas estrechas abarrotadas, mucha curva, sigo a lo mío, disfrutando de cada paso de lo que, hoy por hoy, es mi casa. Kilómetro 4 y me encuentro bien, ágil, sigue habiendo mucha gente (lo cual agradezco muchísimo viniendo acostumbrada de rodar casi sola en carrera) pero que no me dejaba apretar lo que, quizá, pudiera haber apretado. Última recta, veo el arco de meta. Se acabó.

Miro el pulsometro muy satisfecha. Entrando la 23 en la clasificación general femenina he conseguido un dorsal preferente B. Ni lo buscaba ni mucho menos pero siempre es una satisfacción ver como cuando trabajas, las cosas van saliendo. Caminando hacia la salida con el resto de corredores siento que me falta algo. Ha sido una carrera muy bonita, ambientazo, rápida, de las que a mi me gustan, pero soy de correr con los míos y hoy me faltaban. No poder compartir mis impresiones con los de siempre es algo a lo que todavía tengo que acostumbrarme. Poquito a poco. En cualquier caso, aún con sentimientos encontrados, orgullosa de saber que aún estando aquí, sigo siendo naranja.


Alicia